Se entiende como cáncer de mama la proliferación desordenada e incontrolada de células anómalas, o bien malignas en el tejido mamario las cuales, con el pasar del tiempo tienden a formar una masa o tumor dentro de la mama. Una vez instalado y dependiendo de sus características, el cáncer puede quedar circunscrito o expandirse a otros órganos cercanos y/o lejanos, lo que se conoce como metástasis.
Si bien la gran mayoría de los casos aparece en las mujeres, también existen casos en pacientes masculinos. En las mujeres, el cáncer de mama se considera como el crecimiento tumoral maligno más frecuente y el que más muertes produce. Según datos de la OMS, solo en Colombia, en el año 2020, se estimaron 15.509 casos nuevos y 4.411 muertes por dicha enfermedad.
Por estas razones, y considerando la severidad que puede llegar a representar el cáncer de mama, es sumamente importante actuar a tiempo y poner en práctica acciones para disminuir al mínimo los riesgos asociados.
Primero lo primero, el estilo de vida. Mantener una alimentación rica en frutas, verduras, cereales integrales, grasas saludables y proteínas de alto valor biológico, evitando el consumo de productos ultra procesados ricos en azúcares y con alta densidad energética, proporcionará muchos beneficios para la salud.
Además, hidratarse correctamente, evitar el consumo excesivo de alcohol, alejarse del tabaquismo, realizar ejercicio físico regular, mantener un estilo de vida activo y no sedentario, tener una buena calidad de sueño y reducir los niveles de estrés emocional al mínimo disminuirá significativamente el riesgo su desarrollo.
Segundo, autoexaminarse juega un papel importante en la gestión integral del cáncer de mama. Saber reconocer los signos y síntomas típicos de esta enfermedad es deber de cada mujer, especialmente si tiene factores de riesgo asociados. Algunas de estas características clínicas incluyen:
Presencia de masa o bulto en la zona mamaria o cerca de esta.
Endurecimiento y enrojecimiento de una región de la mama.
Cambios de forma o tamaño de la mama.
Cambios en la posición del pezón.
Salida de secreción a través del pezón.
Dolor en la mama, a la palpación o en ausencia de esta.
Pero el autocuidado también incluye la palpación de las mamas, la cual debe hacerse una vez al mes, días después de la menstruación. Esta autoevaluación consiste en colocar las manos a los lados de la cadera y detrás de la cabeza, posicionando el cuerpo de pie o acostado mientras se palpan las mamas detenidamente, siguiendo el sentido de las agujas del reloj. Los pezones y huecos axilares también deben ser palpados.
Asimismo, dicha autoevaluación también puede reforzarse mediante el uso de dispositivos como el iBreastExam, el cual, teniendo como referencia las características del tejido mamario normal registradas en su sistema electrónico, puede detectar y avisar la presencia de bultos de unos pocos milímetros, que, en muchos casos, no se perciben con la palpación.
Este dispositivo innovador, libre de radiaciones ionizantes y muy fácil de usar, le sirve a cualquier mujer que esté interesada en llevar un paso más allá el autocuidado mamario y a cualquier médico que necesite métodos efectivos para realizar despistaje de cáncer de mama y no tenga otros equipos.