Cuando hablamos de cáncer de mama debemos tener en cuenta que cada año las cifras de nuevos diagnósticos aumentan. El cáncer de mama se ha posicionado como la primera causa de cáncer a nivel mundial, por lo que hablar de prevención resulta completamente importante.
Sabemos que el origen del cáncer es multifactorial, esto quiere decir que son diversas causas las que se relacionan con su desarrollo y aparición. Entre esos factores tenemos aquellos que son “no modificables” como:
Edad
El riesgo de padecer cáncer aumenta con la edad, siendo más frecuente luego de los 50 años.
Sexo
las mujeres tienen más probabilidad de padecer cáncer de mama que los hombres. 1 de cada 100 casos de cáncer de mama en los Estados Unidos corresponde a los hombres; el resto lo desarrollan las mujeres.
Genética
Mujeres cuyas madres o abuelas hayan padecido de cáncer de mama, tienen mayor probabilidad de desarrollarlo. Esto se debe a una mutación en genes como el BRCA1 y el BRCA2 que pueden transmitirse de generación en generación.
Menarquía y Menopausia
El desarrollo precoz (antes de los 12 años) y la menopausia tardía (luego de los 55 años), conllevan a una exposición hormonal durante más años, lo que aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Por otro lado, existen los factores “modificables”, y en ellos está la clave para la prevención:
Sedentarismo: tener una vida sedentaria incrementa la probabilidad de padecer diversas enfermedades como la diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares, problemas articulares, desequilibrios hormonales, déficits cognitivos y diferentes tipos de cáncer, entre ellos, el cáncer de mama. Dejar atrás la inactividad física y comenzar a movernos es una de las mejores maneras de prevenir esta enfermedad.
Sobrepeso u obesidad: este factor se encuentra en estrecha relación con el sedentarismo, además genera problemas hormonales y metabólicos que terminan incrementando la aparición de diversas enfermedades incluida el cáncer de mama. Llevar una alimentación saludable y balanceada y realizar actividades deportivas ayudara a mantener un peso ideal.
Terapia de reemplazo hormonal: aquellas mujeres que hayan recibido tratamientos hormonales (estrógeno y la progesterona) por periodos prolongados de tiempo son más propensas a desarrollar cáncer de mama.
Embarazo: el embarazo más que un factor predisponente es un factor que protege a la mujer de desarrollar cáncer de mama. Aquellas mujeres que no se embaracen y que nunca amamanten sufren un incremento del riesgo.
Consumo de sustancias: es un hecho que mantener hábitos de consumo de alcohol, cigarro, drogas y tabaco por periodos prolongados de tiempo incrementa el riesgo de padecer diferente tipo de cáncer.
Estilo de vida: aquellas mujeres que trabajan en fábricas de la industria química y petrolera, así como aquellas con horarios nocturnos que invierten su ritmo circadiano son más propensas a desarrollar cáncer de mama.
Realizar chequeos médicos con periodicidad es una manera tanto de prevenir como de detectar y diagnosticar a tiempo. Actualmente existe un dispositivo portátil que se ha integrado a las evaluaciones mamarias, sin dolor y sin radiación detecta de forma rápida bultos y lesiones en las mamas y se trata del iBreastExam.
Con el iBreastExam es posible llegar a más mujeres y detectar de forma temprana cualquier cambio que requiera ser mejor estudiado. El cáncer de mama se puede detectar a tiempo, preservando la vida.