Salud mental en mujeres con cáncer de mama.

El cáncer de mama es una realidad que ha significado la muerte para miles de mujeres, constituyendo un evento estresor que afecta la salud emocional y psicológica de ellas. Aunque se han alcanzado grandes avances en las áreas de psicología y salud mental, todavía hay un largo camino por recorrer para superar el tabú que envuelve estos temas.

Es muy habitual que estas pacientes se enfrenten a diversos retos emocionales y psicológicos durante el diagnóstico de cáncer de mama. Dicho esto, es muy común que los oncólogos remitan a sus pacientes a un consejero de salud mental. Acudiendo a las sesiones de asesoramiento, las mujeres afectadas pueden conocer los retos a experimentar en el futuro y los recursos disponibles para superarlos en un entorno cómodo y tranquilo.

Es usual que las pacientes con cáncer de mama, especialmente las que se enfrentan a un mal pronóstico, manifiesten síntomas de ansiedad. Estudios indican que una gran cantidad de dichas mujeres desarrollan sintomatología de ansiedad durante su tratamiento y/o en su supervivencia, presentando:

  • Preocupación incontrolable por el riesgo desconocido de muerte.

  • Ataques de pánico antes de algunos procedimientos o tratamientos.

  • Problemas de sueño.

  • Agitación e irritabilidad.

Actualmente, muchos planes terapéuticos para el cáncer de mama incluyen opciones de salud mental para ayudar a las pacientes a lidiar con sus síntomas psicológicos, tales como sesiones de terapia, grupos de autoayuda, medicamentos contra la ansiedad, entre otras.

Este asesoramiento se centra en la concienciación de los factores desencadenantes de la ansiedad, el control de los pensamientos preocupantes y la enseñanza de técnicas para reducir dichos síntomas.

Otro trastorno mental que aparece frecuentemente en estas mujeres con cáncer de mama es la depresión, compartiendo ciertos agentes causales, pero incluyendo también otros factores que pueden ser tanto causa como consecuencia del mismo, como son:

  • Efectos secundarios del tratamiento.

  • Fatiga.

  • Pérdida de la capacidad o la voluntad de realizar las actividades habituales.

  • Miedo a lo desconocido, al dolor o a la muerte.

  • Cambios en las relaciones.

Al igual que la ansiedad, la depresión puede tratarse mediante sesiones de terapia, antidepresivos o ambos, centrándose no sólo en los síntomas presentes sino también en las posibles razones psicológicas que los desarrollan.

Muchas pacientes con cáncer de mama desarrollan síntomas relacionados con el malestar emocional cuando se les diagnostica la enfermedad. Otras pueden desarrollar los mismos síntomas durante o después del tratamiento. Es importante buscar ayuda a través del asesoramiento, al mismo tiempo que se hace de la salud mental un tema cotidiano menos estigmatizado.

Para concluir, uno de los primeros pasos que demuestra tener una actitud positiva frente al cáncer es actuar en pro de una detección precoz, hoy en día puede hacerse de forma bastante sencilla gracias a la existencia de tecnología innovadora como  iBreastExam un novedoso examen electrónico portable capaz de descubrir lesiones mamarias no perceptibles a la palpación sin radiaciones ionizantes.

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